Con la alegría del nacimiento a veces se nos olvida lo importante que es no dejar de ir al ginecólogo tras el parto. Yo no sé vosotras, pero yo antes era de lo más dejada con el tema de las visitas al ginecólogo y quedarme embarazada hizo que tomara consciencia de lo importante que son las revisiones ginecológicas y a acudir regularmente a mi ginecólogo durante y después del embarazo.
Lo que me sucedía es que, con tanto viaje por cuestiones profesionales, nunca acababa de establecerme del todo en ninguna parte y me daba una pereza tremenda ponerme a buscar médico de cabecera, ginecólogo, dentista, etc. cada vez que cambiaba de ciudad, provincia o residencia. Me saqué un seguro médico privado que me facilitaba mucho la vida en cuanto al tema de la elección de horarios, consultas y especialistas y en general utilizaba muchísimo (y aún hoy sigo utilizando) muchísimo los buscadores para encontrar el mejor lugar para acudir, por ejemplo, a una revisión ginecológica en Barcelona. Porque cuando aterrizas de golpe en una ciudad que no conoces y sin ningún contacto personal en ella, tratas a toda costa de buscar profesionales de confianza con buenas referencias.
Bueno, por fin puse el huevo (como se suele decir) en mi actual residencia y pude establecer una relación con mi ginecólogo de confianza. Y es en base a mi propia experiencia que os cuento que lo normal tras el parto, es que la mamá acuda a su ginecólogo entre los 7 y 15 días posteriores (dependiendo de si ha sido cesárea o parto vaginal) para una revisión (también es frecuente que durante estas fechas te examine la matrona). En mi caso, aunque fue parto vaginal, la revisión la tuve pronto: a los 10 días.
En esta primera cita tras el parto, el especialista comprueba que la cicatriz de la cesárea o la episotomía evoluciona favorablemente y los puntos se están secando correctamente. También explora los pechos y comprueba el tamaño y posición del útero mediante la palpación del abdomen y el tacto vaginal.
Es muy normal que el ginecólogo pida un análisis de sangre y orina para detectar anemias o infecciones, ambas bastante frecuentes durante el postparto.
En esta primera revisión es muy importante consultar tantas dudas como tengamos acerca de la aparición de la primera regla, la alimentación más adecuada durante la lactancia, los ejercicios más recomendables para recuperar el tono muscular del abdomen y el suelo pélvico, en qué momento y cómo se deben reiniciar las relaciones sexuales con la pareja, cuánto esperar para tener otro bebé, que métodos anticonceptivos emplear hasta entonces, etc.
Nosotros acudimos en pareja, como habíamos hecho siempre desde que nos enteramos de que estábamos «embarazados», ya que considerábamos que allí se iban a hablar temas que nos afectaban a ambos. Os recomiendo que, en la medida de lo posible, hagáis lo mismo. Siempre es mejor escuchar la información de primera mano y tu pareja también puede plantear directamente sus cuestiones o dudas.
Si sois mamás lactantes, como es mi caso, lo más probable es que además os aconsejen haceros un chequeo cuando abandonemos la lactancia (cosa que yo tengo pendiente porque con casi un año el peque sigue tomando pecho).
¿Y, después, cuándo será la siguiente revisión? Dependerá mucho de vuestro ginecólogo y del estado en el que os encontréis. También del método anticonceptivo que decidáis utilizar ya que algunos requieren implantación, controles, etc. Pero, como mínimo, os citará para dentro de 6 meses o un año después.
Yo fui con lista en mano en plan chuleta… ¡Para no olvidar ningún tema! Jajajaja
Importante, a mí se me olvido por completo.